Ayer murió Mario Bendetti

Esta mañana he escuchado en las noticias que Mario Benedetti ha muerto.

Sabía que estaba enfermo desde hace algún tiempo, pero de todas formas, la noticia de su muerte es noticia que me ha dejado tocado.

Le conocí a través de sus libros, gracias a la recomendación de una amiga hace mucho, mucho tiempo. Sus poemas son sencillos, directos y cercanos. Nada de buscar metáforas rebuscadas, imágenes edulcoradas o cualquiera del resto de tópicos con los que se suele asociar la poesía.

Uno de sus poemas, Síndrome, me sirvió como texto para la auto-felicitación de cumpleaños que envié a mis amigos ya hace un tiempo:
Todavía tengo casi todos mis dientes
casi todos mis cabellos y poquísimas canas
puedo hacer y deshacer el amor
trepar una escalera de dos en dos
y correr cuarenta metros detrás del ómnibus
o sea que no debería sentirme viejo
pero el grave problema es que antes
no me fijaba en estos detalles.
Ayer murió Mario Bendetti: fijándose en esos pequeños detalles nos hizo sonreir escribiendo sobre amor, fruncir el ceño cuando lo hacía sobre tortura y represión, y siempre, más felices a través de sus obras.

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